Después de recibir tratamiento para el cáncer de pulmón no microcítico (NSCLC) o de células pequeñas, muchos pacientes continúan lidiando con síntomas persistentes como la fatiga y la dificultad para respirar. Estos síntomas pueden limitar su capacidad para mantenerse activos, lo que a su vez aumenta el riesgo de pérdida de funcionalidad física. Sin embargo, un reciente estudio ha demostrado que el ejercicio de fuerza realizado en casa, con la supervisión adecuada, puede ser una opción segura y efectiva para mejorar la calidad de vida de estos pacientes.
¿Qué se investigó en el estudio?
El estudio se centró en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico en etapas tempranas (I-III) que ya habían completado su tratamiento. Se diseñó un plan de ejercicios de fuerza que los pacientes podían realizar en casa durante 8 semanas, tres veces por semana. Este programa incluía sesiones supervisadas tanto de manera presencial en los hogares de los participantes como a través de videoconferencias. El objetivo principal era evaluar si este tipo de entrenamiento era viable y aceptado por los pacientes.

¿Cuáles fueron los resultados?
Los resultados del estudio fueron muy positivos:
- De los 14 pacientes que se inscribieron, 11 completaron el programa (un 79% de retención).
- La asistencia media a las sesiones fue del 86%, lo que demuestra un alto nivel de compromiso.
- Más del 90% de los participantes valoraron positivamente la facilidad, la calidad de la supervisión virtual y el enfoque de realizar ejercicio en casa.
- No se reportaron efectos secundarios relacionados con el ejercicio.
Estos resultados sugieren que el ejercicio de fuerza supervisado, realizado en casa, no solo es seguro, sino que también es una opción factible y bien recibida por los pacientes que han pasado por un tratamiento de cáncer de pulmón en etapas tempranas.
¿Por qué es importante el ejercicio después del tratamiento del cáncer de pulmón?
El ejercicio regular después del tratamiento del cáncer es clave para mitigar los síntomas persistentes y prevenir el deterioro físico. Además, mantenerse activo puede mejorar significativamente la calidad de vida, ayudando a los pacientes a recuperar su fuerza y resistencia.
Este estudio refuerza la idea de que el ejercicio en casa, con la supervisión adecuada tanto presencial como online, es una estrategia eficaz para quienes han sido tratados por cáncer de pulmón. Si estás buscando una forma segura y efectiva de mejorar tu salud y bienestar tras el tratamiento, considera incorporar un plan de ejercicios adaptado a tus necesidades.
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